jueves, 24 de octubre de 2013

Schvarstein Leonardo y Leopold Luis (comps.): Trabajo y Subjetividad; entre lo existente y lo necesario, Bs. As., Ed. Paidós, 1° Ed. (2005), Introducción.

“La recesión económica imperante en nuestra región a fines de los noventas, obligó a muchos a aceptar peores condiciones laborales: aumento de carga de trabajo, amplia flexibilidad horaria, asignaciones temporarias y contratos precarios, salarios ínfimos y pérdida de beneficios sociales.”
Este concepto vertido por el autor guarda una estrecha relación con lo desarrollado por Zigmunt Bawman en su libro Modernidad Líquida, en tanto se refiere a la problemática que se derivó de la desarticulación del Estado Benefactor que llevó a la extraordinaria movilidad y obsceno poder del capital.
El proceso de individualización y fragmentación llevado adelante por un sistema cuyo único interés es el de enriquecimiento sin medidas y sin consideración alguna por las clases dominadas, ha generado condiciones de trabajo que lindan con lo aberrante.
De este modo, los trabajadores se han visto obligados a aceptar casi cualquier condición, aún aquellas que van directa e inobjetablemente en contra de sus derechos más elementales, a fin de poder sobrevivir.
No hay dudas acerca de los daños de toda índole que esto fue haciendo sobre los sujetos, y por supuesto, no existe modo de que estas condiciones no incidieran sobre su salud psíquica.
Schvarstein da cuenta en este texto de cómo puede una persona encontrar en el trabajo, ya no una fuente de satisfacción y realización personal, sino aún todo lo contrario: una grave alienación. Efectivamente, puede haber características personales que hagan de un sujeto alguien impedido de entregar lo mejor de sí en un trabajo, o puede suceder que alguien no se comprometa y apropie de su propio deseo al tomar un trabajo que no le permite proyectar sus potencialidades, pero el grado de proliferación de este fenómeno de alienación, exige una lectura que excede el análisis de los individuos y requiere de la consideración de la realidad económica, histórica y social, vale decir, del contexto en que esta problemática se da.
En su gran mayoría, las personas hoy no tienen más opción que la de tomar un trabajo que poco o nada tiene que ver con sus intereses y deseos. Resulta casi imposible, entonces, pensar que encuentren la manera de vincularse con las organizaciones desde un lugar saludable, y lo que más a menudo se observa es que toman el trabajo como aquello que les permite sobrevivir, y a lo sumo desarrollan en él algún tipo de sociabilidad a través del compañerismo.

De manera que la alienación y la mera consideración del trabajo como sinónimo de supervivencia material, no pueden ser analizados sino a partir de una consideración de las actuales condiciones que impone el mercado a los sujetos y que comprenden también a las organizaciones.

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